Comentario: Comer setas en Madrid. Se trasladaron a un nuevo local en mayo de 2017, en el Barrio de la Latina. Más pequeño que el anterior (8 /10 mesas. Muy informal y siguiendo el patrón de moda del mobiliario, mesas y sillas de diferentes familias, estilos y edades. Una pequeñísima barra para el servicio completa el conjunto. Si existiese un “dios de las setas” humano, apasionado y omnipresente, sería Eduardo Antón. Domina este mundo hasta extremos inimaginables e imposible de trasladar en estas pocas líneas. Su pasión, saber enciclopédico y el conocimiento de todos los rincones, seteros y mayoristas de toda España le han hecho ganarse un supremo respeto. Él y Álvaro de la Torre pusieron el restaurante porque no les gustaba el tratamiento que hacían de ellas los restaurantes. Hartos de buscarlas y venderlas a los demás, decidieron ofrecerlas en su taberna contemporánea, con un look sencillo y digno. Hay días que tienen docena y media de variedades. Impresionante. Pablo Roncal, el cocinero de siempre, buen creativo, maneja bien estas especies y en el nuevo local parece que busca nuevos platos más evolucionados. Gente joven, ambiente de amistad y una sensación de reencuentro agradecido con el patrón, por las experiencias únicas vividas. Reserve con tiempo.

Especialidades: No hay carta, siempre tiene las mejores setas del día y para conseguirlas hace lo impensable en cada época del año... sabe dónde están y a quién comprárselas. De modo que esto sí que es cocina de mercado, salvo que el clima sea muy contrario a los intereses de un restaurante tan especializado. Eduardo toma nota de la comanda, que se va realizando a medida que se conoce lo que el campo y las lluvias han dado de sí. Para que se haga una idea… ¿usted ha comido tres variedades diferentes de boletus a la vez? Carpaccios deliciosos y variados; angulas de monte con huevo, cardo con trigueros; níscalos escabechados o acompañados con una terrina de codillo y salsa de tomate. Lengua de vaca escabechada con caballa y berenjena asada. Rebozuelos con diversas verduras, trompetas de la muerte con pulpo, angulas de monte en ensalada o con yema de huevo. Croquetas y risotto de boletus, chantarelas con cordero... colmenillas con bonito y encurtidos; boletus con manitas de cerdo... Las setas pueden completarse con buenos productos naturales, como sus únicos tomates raff, las pamplinas con tomate, alcachofas, flores de calabacín rellenas de rebozuelos o foie-gras burrata o trenza de mozzarella. Y además, de postre mousse dulce de boletus con galleta o flores de sartén con crema inglesa y rebozuelos. La bodega está dirigida por Mario Canora, un gran especialista que busca vinos originales y diferentes, de cortos tirajes. Comer setas en Madrid.