Comentario: mejores croquetas Madrid. Este es un claro ejemplo de búsqueda de nuevos caminos en un mercado saturado de aperturas y nuevas ofertas. Parece que nace con el objetivo de reenergetizar, de reverdecer el espíritu de los viejos bares de toda la vida. Bares de entonces llenos de tipismo cañí con sus tapas, sus raciones y su canesú. Con argumentos, tono y estilo de aquellos bares legendarios: buen producto, autenticidad, empatía, sentimiento… marchaaandooo unas bravaaass y dos cañaaasss… oído cocinaaa! Y propina que regalaaannn ¡Graciaaaass! ¡Tilín, tilín, tilín! Juanjo López Bedmar, creador de la idea de negocio, es heredero familiar del espíritu de aquellos bares de siempre. Tabernero auténtico con calidad y punto supremos. Él se encarga de convertir la idea en realidad a través de su exclusiva “factoría” La Tasquita de Enfrente. Cómo: producto excepcional de proveedores habituales, recetario pulido, buena ejecución y personal integrado en el ideario de la casa madre. Ocupa el local, tal cual, donde estuvo Taberna Pedraza, antes de su traslado a otra zona de Madrid. Comedor con mesas bajas, espacio para las altas y barra donde quizás más apetece estar, por la larga lista de tapas y medias raciones.

Especialidades: Así las cosas, en tres visitas hemos picoteado y comido: estupendas gildas, buenas patatas bravas con una salsa de pimentón, básica, pero admirable. La ensaladilla no brilla, no es la de La Tasquita, claro, pero está bastante bien. Excelente empanada de bonito con tomate, recién hecha. Masa auténtica, crujiente en sus bordes, clavada de punto. Correctos boquerones aliñados, bien aderezados al estilo tradicional, aunque quizás hoy se persigan más los valores del producto: más pescado y menos acidez. Croquetas de jamón espléndidas de sabor y cremosidad; crema liviana, sabrosa, con trozos de jamón que se comen. La oreja a la brasa es otro de los platos o aperitivos recomendables, como los magníficos callos que llevan morro, uno de los platos reconocidos de La Tasquita. Excelente conejo escabechado, nos quedó pendiente la tortilla de patata y cebolla hecha con manteca. Las personas que nos acompañaron un día, no quisieron comer más colesterol en una tortilla de patata. Y posiblemente tienen razón, una grasa del pasado que añade poco y resta salud. En el capítulo dulce, probamos el flan, que no están al nivel de lo salado. También tienen otros clásicos aperitivos de los bares de siempre: conservas, bocatas divertidos, cecina de León, jamón y otras chacinas ibéricas de calidad. Los carnívoros pueden finalizar la comida con una buena chuletona de buey, presa ibérica o solomillo. mejores croquetas Madrid.