Comentario: Restaurantes de caza en Madrid. César Martín es un reconocido cocinero. Comenzó con I. Camba en Arce, se acreditó en su restaurante La Abacería de la Villa, se doctoró en  Balzac como experto en cocina venatoria y en la Trattoría DG descubrió las pizzas sutiles y la pasta unida a grandes guisos. Cesar, su mujer Marina y todo su equipo, han conseguido en pocos años una importante legión de fieles seguidores. Desde su reinauguración en su nuevo emplazamiento, magnífico por sus posibilidades pero quizás en una zona poco comercial, registra llenos diarios. Las razones son fáciles de resumir, pero profesionalmente difíciles de conseguir. Platos refinados, sólida técnica, fresca ejecución sin estridencias creativas, precios moderados, buen ambiente y mejor servicio. En los5mejores les hicimos una entrevista y la titulamos "El Referente". Sigue siendo válido en su tipo. Grandes ventanales, barra a la entrada abierta incluso para el desayuno. Carta con medias raciones para aperitivos y tentenpiés, amplio comedor y al fondo buena cocina a la vista. Tienen 2 terrazas previstas, que dado el silencioso y tranquilo emplazamiento, prometen ser deseadas. Marina dirige la sala y la interesante bodega que ha ampliado con algunas etiquetas originales y bastantes vinos generosos.

Especialidades: Su carta no tiene muchos cambios. Profundiza en una cocina global, de producto y temporada. Elaboraciones sabrosas, refinadas y con un punto sobresaliente. Carta ininterrumpida de barra: buena cecina de Astorga, rico fiambre de callos con pipas de calabaza, cremosas croquetas de setas. Refinados buñuelos de idiazábal, de obligado pedido. Agradables y singulares los afrancesados mejillones bouchot con curry o ajo y hierbas. Salmorejo de seda con sardina ahumada. Muy buen nivel el bonito en crudo con sofrito de jalapeños y miso; como en los garbanzos con carabineros o el arroz cremoso con katshoubusi ("la danza del atún"). Buen roast pork con salsa cumberland y mostaza. Saborazo profundo del pichón en pasta corta y su guiso. En época de caza suele tener unas potentes las albóndigas de ciervo y una suculenta e irreprochable trilogía de pichón, torcaz y azulón. El novedoso mar vs tierra, también en temporada, (liebre y lamprea a la royal). Y por supuesto, la liebre a la royal sola, un emblema de la casa, con guiso de más de 24 horas. Tabla de quesos magnífica del afinador francés Bernard Antony, sobre todo, la trilogía de comté con 24, 36 y 48 meses de curación. Delicada tartita de limón; refinados profiteroles con mantequilla y crema chocolate; buen flan de leche de oveja y correctos buñuelos de chocolate. Un restaurante importante. Restaurantes de caza en Madrid.