Comentario: Comer calçots en Madrid. Restaurante catalán nacido del confinamiento que tanto ha dado que pensar para resolver nuevos caminos a tanta gente. En este caso, el matrimonio propietario del restaurante Sa Brisa, con el que comparten cocina, decidió añadir en el local contiguo la cocina tradicional catalana de ella. El resultado, un restaurante de cocina mediterránea, catalana, sencilla y amena, con esos platos tradicionales que a todos nos gusta encontrar cuando comemos catalán. Comedor cálido, luminoso, acogedor y con buen ambiente. Esther, la jefa sabe su trabajo y cómo llegar a la gente con cercanía y mucha profesión. Todos son amables y te hacen la comida placentera. El marido en la cocina, realiza ejecuciones contemporáneas con buen punto de acabado. Es curioso la cantidad de gente que le gusta comer calçots, incluso una vez al año. “Calzados”, para los amigos. Se les llaman así porque se les calça, se les tapa amontonando tierra a su alrededor, para alargar la parte blanca de esta cebolla tierna. No hay muchas alternativas para comerlos con autenticidad y calidad en Madrid. En este caso, el menú es un picoteo interesante de platillos sencillos y ricos, que hacen un conjunto sugestivo, por bien cocinado e incluso por asequible de precio. Además del babero tradicional para no mancharse, incluyen unos guantes de plástico para “pelar” las capas externas de los calçots quemadas en las brasas, antes de introducirlos en la rica salsa salvitxada y mirar al techo para "encestarlos" en la boca.

Especialidades: Aperitivo de pan con tomate con butifarra y fuet artesanos. Correcta exqueixada de bacalao con tomate y aceitunas. Ricos y bien asados calçots con salsa romescu. Agradables blanco y negro de butifarras artesanas con escalivada. De postre crema catalana con azúcar caramelizado o brazo de nata con cobertura de chocolate; ambos bien hechos. En otra ocasión comimos unas almejas marinera estupendas, unos caracoles a la gormanta con alioli, muy correctos y un arroz con gamba alistada también correcto. Desde aquí sugeriríamos añadir al menú calçots, las tópicas chuletillas de cordero de las tradicionales calçotadas, con su precio añadido correspondiente... para aquellos que deseen comer el menú clásico completo. Comer calçots en Madrid.