Comentario: Restaurantes para quedar bien en Madrid. Abrió en 2004. Entrada por un bar de barrio poco aparente, con mesas frente a la barra donde comer, si dentro está lleno. Una vez dentro la cosa cambia radicalmente. Comedorcito confortable y cálido con ambientación "cuarto de estar", manteles y cortinas de hilo. Y Ana Barrera dueña y señora que atiende y recomienda personalmente a cada mesa. Ana sustituyó a su madre, cocinera artífice del éxito. Falleció hace algún tiempo. Cocina casera, de mercado, con muy buen punto de acabado y platos deseados por la clientela que suele llenar. Carta solo cantada por Ana, no la pida. La carta de vinos más que digna, con vinos de todas las DDOO, y de las importantes, una mayor selección. Ella recomienda con criterio.

Especialidades: Los platos imprescindibles de esta cocina de sabor: patatas revolconas con torreznos, ensaladilla, menestra de verduras, callos a la madrileña y paletilla de cabrito asada, todos ricos. También destacados: pisto, atún o bonito en chanfaina, ventresca escabechada, chuletillas de cabrito, merluza  y almejas con alubias. En temporada buen carpaccio de boletus edulis. Souflé de chocolate o de turrón (en realidad un coulant), magníficos. Tarta de limón, arroz con leche, tarta de almendras y helado de queso con compota de manzana de postres. Restaurantes para quedar bien en Madrid.