Comentario: Restaurantes de moda Madrid. El espectacular local (otoño 2018) de triple altura, 400 m, 200 servicios e inversión millonaria para ofrecer espectáculo. Pero no solo con el local. Un nicho creciente del que forman parte grandes proyectos de restaurantes sociales, grandes establecimientos cargados de feeling creador de experiencias, de nuevas percepciones: responden al concepto fashion, pero lo del plato también importa. Por posicionamiento es un Restaurant & Lounge, de atmósfera Lounge para la copa, los cócteles de Carlos Moreno (bloody UMO) y los decibelios musicales. Más cálida y luminosa su atmósfera a la hora del almuerzo con sus verticales ventanales. La esencia de la propuesta se percibe desde su larga barra, corta para el sushi, pero con dos robatas detrás haciendo su trabajo. Mesas separadas, gran ambiente y deseo de compartir la velada. En lo gastronómico, Umo, humo en japonés, fusiona la gastronomía japonesa con la española, lo que añade ese punto de originalidad exótica que lo hace atractivo. Dos cocineros de garantía con gran experiencia en fusión y fuego. Hugo Muñoz ex-Kabuki y KBK Aravaca, chef ejecutivo y Mariano Barrero exNodo y Filandón, jefe de cocina. El primero muy japo spanishushi, el segundo de fusión y fuego (robata, parrilla japonesa).

Especialidades: La ola de mar de una ostra con ponzu, siempre llena el espíritu del comensal por su fragancia y frescura. Bendita fusión la de unas gyozas con una sabrosona pepitoria de pintada de Bresse. Tamago de camarón gaditano en tempura como le gusta a Sacha. Lo presentan en la propia sartén cuadrada japonesa y es un conjunto suave y seductor con la tortilla vaga de camarones. Un par de niguiris de steak tartar de vaca vieja, con el arroz frito en mantequilla y coronados de cecina. No está mal pero tampoco bien, lo que menos nos gustó. El torrezno que viajó a Tokio, asado en robata y presentado en dos brochetas es otro de los buenos bocados tan recomendables como los anteriores. Buena tarta de queso japonesa del “tío Rikuro” por textura. Esponjosa, casi soufflé, con parmesano rallado por encima, pero poco sabrosa ya que, por naturaleza, es toda aire. También destaca la torrija de pan de croissant caramelizado, con helado de haba tonka. Carta de vinos interesante con gran variedad de tipos y procedencias, quizás subidos de precio. Restaurantes de moda Madrid.